Yo no se si habrá sido que no ha hecho mucho calor, o que es tiempo de vacaciones, este fin de semana he terminado una especie de oso un poco melindre y pochico, tiene un ojo a la virulé y un parche en el jersey otro en pleno carrillo que más que parche es una tirita. Se lo he hecho a mi nieto por que peluches y juguetes tendrá muchos, pero en cuanto vi este pensé que era ideal para que aprenda a tener empatía, para que sienta ternura por los más desafortunados, aún recuerdo la muñeca preferida de mi hija, la mamá de este pequeño que está a punto de llegar al mundo, y era una muñeca de trapo con las manos, los pies y la carita de goma, el cuerpo lo tenía incluso cosido de tantos lavados, pero cuanto más viejita y estropeada estaba más le quería mi hija. Creo que es importante enseñar a los niños a querer a los más desvalidos.Pues bien el problema es que en todo el fin de semana hasta que mi hija no se lo llevó el domingo ha estado dando saltos por toda la casa y lo mismo aparecía agazapado detrás de unas rosas que me trajo mi marido, como subido al cubo de la ropa de la plancha, como junto a la lámpara de la entrada la que tiene el caballito, incluso encima del poto se subió el muy trasto, no me extraña que esté todo con heridas el pobre si es que no puede evitar subirse a todos los lados.







Bueno estas son las telitas que he encontrado en mi armario de los tesoros para el panel de navidad, como las navidades para mi son fechas muy especiales, pues siempre tengo en casa telas para estas labores, espero muy pronto enseñaros el primer bloque del SAL de Pepi.
