En octubre mi nieto Jose Antonio se va a convertir en hermano mayor.

Pues si tan solo dentro de 4 meses y para entonces con dos años recién cumplidos mi nieto Jose Antonio se convertirá en un flamante hermano mayor ya que mi hija dará a luz para entonces y mi nuevo nieto será también un niño pero aún no tiene nombre ya que dice mi hija que cuando le vea la carita lo decidirá.

Este bebe como Jose Antonio es un niño muy deseado y muy querido, y es que toda la familia sabíamos que tanto mi hija como mi yerno deseaban tener más hijos pronto.

Tener nietos es como tener una nueva oportunidad de entregar tu amor a alguien, pero esta vez fruto de lo que todas las que somos madres más amamos y son nuestros hijos, los nietos son la ternura, son nuestra propia continuidad en este mundo, son seres perfectos, cuando miro las manos, los pies, los ojos de mi nieto pienso que una parte de mi está en él y más aún, en el está una parte de mis hijos, de mis padres, de mis abuelos y de todos los que un día vivieron para hacer realidad este milagro.
Jose Antonio aún no es consciente de que alguien que va a ser tan importante en su vida está ya en camino y mientras sigue creciendo y aprendiendo del mundo que le rodea con esa infinita curiosidad, aún no entiende que pronto tendrá que compartir a mami y a papi, aún no sabe que pronto alguien más vendrá a jugar con Dora y lo más importante aún desconoce una de las palabras que serán más importantes y hermosas en su vida HERMANO.

Se que el corazón del ser humano es muy grande y en el caben infinitos afectos, hay tantas personas que nos acompañan a lo largo de toda una vida, pero las que somos abuelas los sabemos, es viendo a estos pequeños cuando sabemos del amor perfecto, la experiencia nos ha dado la calma para saber que es lo importante, sabemos que la responsabilidad de educar a estos niños es de sus padres y nosotros solo tenemos que entregarles todo el amor de que somos capaces.
Mientras espero voy eligiendo modelos y telas para la nueva colcha que arropará a este nuevo pequeño y miro a mi hija con ternura, y recuerdo que cuando nació y vi su carita por primera vez, pensé “por ser mujer un día conocerá la fortuna de ser madre” y ahora nuevamente me da el mejor regalo de todos, la mayor recompensa y son estos dos pequeños tesoros.

Por eso y por mucho que mi vida cambie a lo largo de los años, no habrá mejor regalo, Gracias hija por hacerme nuevamente abuela.