Visita a Salamanca

El pasado domingo y aprovechando que en Castilla y León tuvimos dos días de fiesta, mi marido y yo nos fuimos a Salamanca.
Hace muchísimos años que no había ido, bueno en plan turístico, por que por trabajo estuve hace unos pocos años y precisamente en el museo Casa Lis.
Por la mañana estuvimos visitando el museo casa Lis, y lo recomiendo, lógicamente no te dejan hacer fotos y es una pena pero fue una visita que me encantó. Cuando lo visité por motivos de trabajo pude darme una vuelta rápida por él, pero esta vez pudimos disfrutarlo con calma, es un museo que guarda obras Art Nouveau y Art Déco, es decir el arte decorativo que imperó entre las dos grandes guerras, y en el que se puede disfrutar tanto de los muebles como de los objetos que formaban parte de la vida decorativa de esos años.
El edificio es un palacio privado construido a iniciativa de D. Miguel de Lis por el arquitecto D. Joaquín Vargas a principios del siglo XX, actualmente y desde los años 90 la Fundación Manuel Ramos Andrade lo rehabilitó y dedicó a museo.
Además de la exposición permanente, se muestran en algunas ocasiones otras exposiciones temporales como la que en su momento se pudo visitar de Sorolla y Castilla.
Existen varias salas dedicadas a los muñecos de cartón piedra y multitud de objetos decorativos de todo tipo que viéndolos puedes imaginarte las casas y la vida cotidiana de la alta burguesía europea de la época.
Especialmente me encantaron las figuras realizadas en su mayoría de bronce, mármol, ónice y marfil. Solo puedo decir que salí de este museo con los ojos llenos de las luces que se filtraban por las hermosas vidrieras y la delicadeza y detalle de las obras expuestas.
Después de esta visita nos fuimos a comer y ya por la tarde recorrimos lugares tan entrañables como la plaza mayor, las dos catedrales y como no la casa de las conchas.
Otra de las cosas que me encantó de esta ciudad patrimonio de la humanidad fue sin duda el ambiente estudiantil y académico que se respira, sus calles empedradas, y la tranquilidad con la que se puede pasear, además por supuesto de sus pinchos a la hora del aperitivo que no todo va a ser mirar y pasear.
Además mirar los regalitos que me compró mi chico como recuerdo de este día.