Aunque parezca que estoy desaparecida solo me estoy mimando

Aunque parezca que estoy desaparecida esta vez ha sido verdad, el pasado jueves fue el patrón de Valladolid, por lo que tenía puente y decidimos ir a la casa de la playa, en principio con la idea de mirar la posibilidad de poner un lavavajillas que no hay derecho que tengas más comodidades en tu casa de todos los días que cuando vas a de vacaciones y también dar una vuelta para acondicionarla para el verano y sobre todo para descansar.Tengo que decir que han sido cuatro días de descanso y relax, descanso y sobre todo de puesta a punto como remate a la operación bikini por que aprovechando que había poca gente decidimos pasar del acondicionado de la casa y dedicar los días a pasear, disfrutar del sol y sobre todo a disfrutar del balneario que tenemos a 300 metros de casa. Sesión de 3 horas en zona lúdica yacuzzis a distintas alturas y temperaturas y aromatizados, gran piscina en la que nadar bajo chorros de agua salada y calentita con distinta fuerza e intensidad, y que te pegan tal paliza en las cervicales y en las zonas lumbares y en las piernas, cabinas infernales de hielo que aún no entiendo yo el motivo de pasar tanto frío, zonas de reposo con infrarrojos, saunas que te dejan la piel suavita, duchas escocesas, baños turcos, duchas pulverizadas, duchas circulares en las que no sabes de que lado va a llegar el agua y sobre todo a que temperatura, gran piscina del mar muerto en la que nadar aparentemente no te cansa y en la que no se te ocurra abrir los ojos al bucear si no quieres perder las corneas. Paseos de arena y de cantos como si no hubiera bastantes en la playa, baños de pomelos que aún no he descubierto yo la gracia de los mismos. Baños romanos, mármoles calientes, en fin un montón de cubícalos donde con mayor o menor fortuna puedes dejar tu cuerpo apunto.Pero lo mejor de todo es que decidí, aprovechar y coger un tratamiento de barro auto calentador en la espalda que según parece deja esa zona estupendamente aunque la verdad no noté nada. Lo que si me encantó fue el tratamiento de presoterapia.A ver como lo explico, según el folleto “favorece el retorno venoso y linfático. Mejorando problemas de piernas cansadas, varices y celulitis” en la práctica te ponen unas piezas que te cubren los pies, las piernas, el trasero y la tripa hasta debajo del pecho, bajan la intensidad de la luz y mientras escuchas una música celestial aquellas fundas se hinchan y deshinchan y como no tengo varices no se si será eficaz, pero lo que si puedo decir es que te sientes en la gloria, vamos que si en lugar de ser 25 minutos llegan a ser 30 me duermo.Pero lo mejor de todo llego con “el masaje corporal al chocolate” bueno eso es vida, eso es dejarse mimar y sentirte como una diosa. Te pones un tanga minúsculo y te tumbas en una camilla, te dan a probar un chocolate rico, rico, y después comienzan a masajearte todo el cuerpo con un aceite de cacao que huele a gloria y según el folleto tiene efectos neurosedantes con propiedades hidratantes, revitalizantes, tonificantes y antioxidantes, y que en la práctica te hacen sentir como si flotaras de la relajación y con un olor a chocolate que dan ganas de chuparte hasta los codos y que vas después por la calle y todos los golosos notas que te miran por que lo han olido.En fin chicas que de vez en cuando es bueno dejar aparcada la aguja y el dedal y dejar que te mimen un poco.Además como el tiempo acompañó pudimos tomar incluso el sol con lo que he regresado con las marcas del bikini impresas y con un saludable color.Además como el viaje es de 7 horas (ya son ganas diréis) pues con mi actitud positiva siempre viendo la parte buena de las cosas, son horas que yo dedico a ir acolchando en el coche que se hace muy bien con luz natural y conseguí terminar de acolchar mi panel de los tulipanes. Eso si esta semana no pude ponerme con el Jear Dinne, pero mereció la pena.Por que he sido constante con la operación bikini, y mi cruzada de vida sana, me lo merecía, pude estrenar el bikini que me regaló mi hija y acompañado de camisola a juego muy glamorosa. Eso si prometo a partir de ahora coser, acolchar y sobre todo preparar todo para el encuentro de patchwork en la plaza de España de Valladolid del domingo.